Himnología Parte II

por | Nov 12, 2021 | Himnos | 0 Comentarios

En muchas ocasiones muchos de los malentendidos que podemos tener acerca de lo que es realmente la fe cristiana pueden provenir de las letras de las canciones que cantamos. Las canciones nos hacen sentir como si realmente fuéramos cristianos si nos entusiasmamos por Jesús y queremos gritar al Señor todo el tiempo, pero descubrimos que ese no es el caso y por lo tanto podemos llegar a pensar que no somos cristianos porque las canciones que cantamos nos dicen cómo parece que debería sentirse un cristiano y no es así en la realidad. 

Mi abuela lo guardó.
Mi madre lo tiró.
Yo lo estoy volviendo a comprar.

Esta es la sensación que se puede llegar a tener al rescatar los himnos antiguos buenos que se han desechado en muchas iglesias.

Lo que ha pasado es que la generación de los baby boomers han desechado los himnos, en muchos casos, con la intención de ser relevantes y ahora sus hijos se sienten realmente y de muchas maneras perdidos y desconectados de la herencia de la fe.

Así que gran parte de lo que se debe intentar cuando se recuperan himnos es tratar de encontrar conexiones con cosas más profundas y surge de una insatisfacción con muchas de las canciones que estaban siendo comercializadas por la industria de la música cristiana. 

¿Por qué todavía necesitamos himnos?

La Adoración es formativa: 

Lo que cantamos y la forma en que adoramos es quizá el indicador más verdadero de lo que realmente creemos, pero más allá de eso también está moldeando lo que creemos. Esto es básicamente el corazón del libro Desiring the Kingdom de James K.A. Smith (aquí una entrevista que puede estar interesante) 2 Corintios 3.18. Lo que vemos da forma a quienes somos. Esto significa que las canciones que cantamos nos forman acerca de lo que entendemos que es la vida cristiana. Es importante hacernos esta pregunta ¿Qué le están diciendo a la gente sobre la vida cristiana? ¿Qué emociones se están transmitiendo? ¿De qué temas se está enseñando? ¿Hay temas sobre los que no se hablan ni se cantan?

Thomas Chalmer habla de esto en una gran predicación. El poder expulsivo de un nuevo afecto

El corazón de esta predicación es que nunca superas un amor hasta que aparece un nuevo amor. Una relación saca el recuerdo de otra relación. Y esto sucede espiritualmente. Pablo habla de esto en Romanos 7 y dice que hemos estado “casados” con Adán y Cristo rompe ese vínculo y se casa con nosotros. Luego Isaías habla sobre que nuestro creador es nuestro esposo. Y hay mucha gente que sólo piensa en Dios como creador, soberano, poderoso al que tenemos que glorificar y otros solo enfatizan la idea de que Dios nos ama apasionadamente, pero la Biblia enfatiza las dos ideas: Nuestro creador es nuestro esposo. 

Los himnos nos muestran cómo es Dios

Bill Lane decía que el objetivo de la adoración es que se vea a Jesús de manera más hermosa y creíble. 

Ann Steele dijo: Hermosa fuente de verdadero deleite a quien adoro invisible, desvela tus bellezas a mis ojos para que pueda amarte más. 

La adoración restaura nuestra cordura para que podamos vivir alineados con la verdad del evangelio. Parece una locura, pero cada vez que piensas que Dios se relaciona contigo en función de cómo de bien lo haces tú, estás viviendo alejado de la realidad. Y, en cierta forma, los himnos tienen un poder particular para enderezar estas desviaciones ya que muchos de ellos nos enfocan en el evangelio y particularmente en Cristo crucificado de una manera que muchas otras canciones no lo hacen. 

La adoración es una batalla espiritual que sucede en cada momento ya que tu corazón se está sintiendo contínuamente atraído por todo tipo de otros amores y viene Dios y revela su belleza para alejar nuestros corazones de todo lo demás.

Los himnos nos hablan de Dios más allá de la historia

La generación postmoderna, sobre todo la de los jóvenes, tienen un anhelo real de experimentar a Dios. Y en los himnos tenemos algunas de las experiencias espirituales más ricas. Y no sólo los sentimientos de personas que realmente no está representada cuando se habla sobre la historia de la Iglesia. 

Cuando se habla de la historia de la Iglesia se habla de los principales teólogos y las principales controversias pero es muy difícil obtener una imagen de lo que la gente normal ha creído y particularmente lo que las mujeres han creído. 

Pero en los himnos tenemos acceso a muchas de esas cosas.

Mark Noll dio la charla inaugural recientemente en una cátedra de Harvard y lo que dijo es que quizá la mejor manera de entender el evangelicalismo como movimiento es estudiar los himnos del evangelicalismo. Porque de ahí se obtiene una especie de consenso sobre lo que significaba el cristianismo. Estos himnos (sobre todo estos 100 himnos que están en todos los himnarios) nos ofrecen un consenso acerca de lo que es el evangelio. 

Los himnos cultivan nuestra relación con Dios

En medio de una discusión acerca de una doctrina concreta es interesante hacer la pregunta: ¿puedes cantar sobre eso? Con esa pregunta se adquieren nuevas perspectivas.

De muchas maneras diferentes, los himnos pueden enseñarnos a establecer una conexión entre la cabeza y el corazón. 

A.W. Tozer dijo que junto a la Biblia, el mejor libro devocional que puedes tener es un himnario.  

Los himnos están preparados para formarnos.

La realidad es que hemos diluido el cristianismo de muchas maneras y nos preguntamos por qué la gente joven está dejando la iglesia. Sin duda hay muchas razones, pero una de ellas es a través de la música de adoración. 

Los himnos nos hablan de verdades incómodas

Normalmente necesitamos himnos en los funerales. Los ancianos cantan himnos y lloran al hacerlo. Es difícil entender por qué afecta de esta manera. Hay algo de este proceso que no podemos permitirnos perder. 

¿Cuál es tu objetivo al elegir canciones para cantar?

Spurgeon dijo: ¿Por qué el Señor del universo moriría por mi? Parece imposible responder esta pregunta sin hacerse más preguntas. Y la realidad es que cuando no podemos entender algo en la Biblia parece que Dios nos pone una silla para que nos arrodillemos y le adoremos ya que los misterios están destinados a ser altares de devoción. 

Los himnos nos ayudan a centrarnos en este tipo de cosas que nos resultan, en cierto modo, molestas. Tales como ese versículo de hebreos 2.10. ¿Por qué era apropiado QUE JESÚS sufriera una muerte tortuosa?  Si crees que eres merecedor de esa muerte es que no sabes lo que es ser cristiano. 

Hay himnos que aportan algo a estos misterios:

Oh amor incomprensible
Que te hizo sangrar por mi
El juez de todo ha sufrido la muerte
Para liberar al prisionero

¿En qué universo mueren los jueces para liberar a los prisioneros? Difícil de responder. Pero esta es la realidad en la que necesitamos ser bautizados y discipulados. Es la realidad del evangelio. Por eso los himnos nos invitan a hundirnos en una verdad Bíblica ya que muchos de ellos fueron construidos y basados en la meditación de las Escrituras

Los himnos conectan el estudio de la Biblia y la oración

Muchos cristianos hoy en día no saben cómo conectar el estudio de la Biblia y la meditación o el estudio y la oración. Tampoco saben interactuar con Dios a través de las escrituras y aunque fue una práctica muy útil para muchos cristianos a lo largo de los siglos, parece que se ha perdido. Y los himnos realmente pueden “tomarnos de la mano” y ayudarnos a hacerlo. 

Jhon Newton escribió el himno que comienza “Cuan dulce suena el nombre de Jesús en el oído de un creyente, sana sus heridas y aleja su miedo…” y lo basó en el Cantares 1.3 (tu nombre es como ungüento, oh Señor) Por lo tanto hace una buena teología bíblica usando una interpretación histórica redentora llegando a Jesús. Ungüento no sólo se usa para honrar sino para sanar, así que es fabuloso. 

Los himnos se enfocan más en Dios que en nosotros

Los himnos se enfocan más en las promesas de Dios que en las nuestras. Y esto realmente es muy útil. Los himnos tienden a enfocarse en Dios y en lo que Él ha hecho mientras que muchas canciones modernas hablan de nosotros y lo que le decimos a Dios que queremos hacer. (Señor sólo quiero esto, Señor siento esto). Hay lugar para esto, sin duda, y se ve en los salmos, prometer, dar testimonio, dar alabanza, pero no es toda la adoración. 

Si todo lo que le dices a Dios es lo que quieres hacer y nunca te concentras en lo que él ha hecho y lo que Él promete hacer tu adoración se empobrecerá y tu crecimiento cristiano se atrofiará. 

Rock of Ages, el himno de Augustus Toplady tenía como título original: “Una oración viva y agonizante por el creyente más santo de la tierra” Parece un peñazo, pero es muy útil ya que el himno tiene este verso: 

No podría mi celo conocer un respiro, (es decir, siempre estoy entusiasmado por Cristo)
Podrían mis lágrimas fluir por siempre, (incluso aunque pudiera dolerme lo suficiente por mi pecado)
todo lo que pueda borrar el pecado,
Tú debes salvar, y salvar por gracia (centrado primeramente en las promesas De Dios)

Parece que hoy en día la alabanza se ha convertido en una reunión de sentimientos tratando de despertar tus emociones para mantenerte ardiendo por Jesús durante la semana y realmente no se trata de eso.

Los himnos se comprometen con el todo del ser humano

Los himnos además ofrecen un compromiso con la persona en su totalidad de una manera que otras canciones no lo hacen. No sólo de manera intelectual sino que te llevan a lugares emocionales a donde otras muchas canciones no te llevan.

Muchos de estos himnos hablan de una forma particular acerca del lamento y la tristeza y la manera en la que cubren todo el rango emocional es muy útil. Además involucran nuestro intelecto e imaginación de manera conjunta.

Los himnos aumentan nuestra expresión de cómo es Dios

Por otro lado aumenta nuestra gama de metáforas. El mundo imaginativo de la reforma, de Pether matheson habla de una especie de cultura pop del periodo de la reforma. Estudia cómo eran los sermones, las canciones, el arte, etc. Y antes de la reforma él explica que la única metáfora que rodea toda esa cultura cristiana era a Cristo como Juez. Así era como se entendía a Cristo. Cristo como juez al que hay que temer. 

Pero con la reforma, cuando la gente comienza nuevamente a leer la Biblia y a estudiarla se produce una explosión de metáforas y se encuentran metáforas de quién es Dios y cómo es. Y estas metáforas se equilibran entre si. 

Si sólo utilizamos un par de metáforas al final estamos obteniendo una visión sesgada de quién es Dios. 

Si analizas las 20-25 canciones más populares actualmente descubrirás que lo que ten enseñan acerca De Dios es muy limitado ya que tienen un uso limitado de metáforas y al final se termina distorsionando quien es Dios para las personas. 

Los himnos resaltan a Cristo crucificado

Lester Ruth argumenta que: Venimos en adoración para ver la gloria de Dios y la forma y la manera en que se manifiesta en nosotros no es a través de Cristo crucificado, sino a través de la música. Aprendemos la gloria del Padre a través de la música. 

Es un mensaje muy perturbador, pero en general, en la música de adoración Cristo no está crucificado. Y es muy importante porque Pedro dice que todos nuestros sacrificios espirituales son válidos en Cristo y esto significa que no importa cuán dedicado esté tu corazón o cuanto quieras adorarlo, tu adoración es aceptable porque está cubierta con la sangre de Cristo. Y rara vez damos esa impresión. 

Los himnos nos ayudan a entender que la Iglesia es mayor que nosotros. 

En un ensayo de CS Lewis conocido “sobre la lectura de libros antiguosél sugiere leer un libro (o dos) antiguos por cada libro nuevo que leas. Él decía que para poder responder correctamente a la cultura actual tenías que ver con las gafas de alguien que vivió 200-500 años atrás. 

Lo mismo sucede con los himnos, te ayudan a percibir el cristianismo con otros ojos.  

Por ejemplo, el himno: Jesús, I My Cross Have Taken tiene un mensaje que nos dice que el sufrimiento puede ser usado de manera redentora por Dios. Y no es una creencia muy extendida por el cristianismo actualmente. De hecho, este himno puede estar equivocado respecto a esto, pero cuando mi primer impulso cuando llega el sufrimiento es ¿cómo puedo evitarlo? O ¿Cómo puedo superarlo? En lugar de ¿Qué está haciendo Dios? Por medio de este himno podemos pensar que cristianos en esa época hace 300-400 años no pensaban automáticamente en términos de cómo puedo deshacerme de esto sino qué puede estar haciendo Dios en esto o a través de esto. 

Debemos tener claro que los himnos no son perfectos y hay muchos malos y muchos se dejaron de usar pero es importante también reconocer que no estamos adorando himnos de descubrir al evangelio a través de estos himnos y estableciendo una especie de compañerismo con aquellos que nos han precedido. 

Hay predicadores que antes de hablar de un pasaje de los evangelios les gusta ver si Rembrandt lo ha pintado y meditar en esto. Lo mismo podemos hacer con los himnos, ya que han tenido que asentarse mucho tiempo en esos himnos, meditar en ellos y quizá vean las cosas de manera diferente. 

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