Es curioso cómo tenemos la tendencia a evaluar lo bueno y lo malo. Hace poco leí un artículo sobre el estado actual de la música cristiana. El autor se preguntaba si la música cristiana era progresiva o creativa, o si se había encerrado en una fórmula segura, por ejemplo, si Coldplay superaba a Big Country.
Aunque los argumentos de ambos lados eran convincentes y elocuentes por parte de los compositores y los líderes de las canciones, me quedé con esta sensación predominante… ¿no corremos el peligro de perder el punto? ¿Qué es exactamente la música de culto cristiana? ¿Puede definirse cómo un estilo y un conjunto de palabras o hay algo más profundo cuando interpretamos nuestras expresiones musicales?
¡Entonces lo encontré! Una traducción de un versículo de 2 Crónicas 29 versículo 27: seguramente se trata del canto del Señor…
27 Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de YHVH, con las trompetas y los instrumentos de David rey de Israel. 28 Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto. 29 Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron.
2 Crónicas 29:27
Este cántico trasciende todos los estilos, culturas y barreras, y por ser del Señor es relevante para el ‘ahora’, pues él es el Dios del presente, así como del pasado y del futuro. No hay que confundir los holocaustos con los sacrificios de sangre; los holocaustos nos hablan, como pueblo de la nueva alianza, de la entrega, del quebrantamiento y de la comprensión de que el esfuerzo humano no es suficiente.
Cuando dejemos de lado nuestra visión irreal de nuestras propias capacidades y nos involucremos con la realidad de la presencia fortalecedora de Dios en nuestras vidas, entonces el canto del Señor se elevará con seguridad.
Créanme, los estilos irán y vendrán. Lo que pensamos que es vanguardista y fresco pronto será superado por otra banda o individuo que irrumpa. Limitar nuestra evaluación de la música de adoración a las comparaciones con las tendencias populares y concentrarnos únicamente en lo que es comercializable es sin duda devaluar la potencia de cómo vemos la verdadera adoración.
Olvídate de la vieja canción que da vueltas en tu cabeza y, al rendirte, permite que Su poder habilitador se haga visible en las cenizas. ¡Que comience la nueva canción!
0 comentarios