Antes de construir un equipo de alabanza, antes de arreglar un viejo himno con un nuevo puente, antes de empezar un conjunto vocal o un coro, antes de ponerse delante de un micrófono para dirigir…
Antes de hacer cualquier cosa, necesitas aprender a utilizar el instrumento más importante para tu equipo de alabanza. No es un piano o un teclado. No es una guitarra acústica o una batería. Ni siquiera es un órgano o una pandereta.
El instrumento más importante que puedes utilizar para tu grupo de alabanza es tu corazón.
Efesios 5 anima al creyente a caminar en el amor, a permanecer puro, y a caminar en la luz de Cristo. Nos anima a mantenernos alejados de las formas en que el mundo trata de encontrar placer y satisfacción (libertinaje sexual y abuso de sustancias, por ejemplo).
En su lugar, debemos “guiarnos” unos a otros con salmos, himnos y cánticos espirituales. Pero no cualquier canción antigua. Melodías que vienen del CORAZÓN. Debemos cantar y hacer melodías desde el corazón y nuestros corazones deben estar llenos de acción de gracias!
¡El mejor instrumento para la adoración es el corazón! La forma de asegurarse de que se mantenga “en sintonía” es ser agradecidos y humildes, sometiéndose unos a otros en deferencia y por reverencia a nuestro Señor, Jesucristo!
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