Lo que ahora puedo ver reflejo y sombra es
de lo que es real en la presencia del Rey.
Las promesas de mi Dios son mi guía y sostén.
Siempre permanece fiel, Jesús el mismo siempre es.
Andaré por fe y no por vista.
Sé que me ama y suya es mi vida.
Nunca Jesús me falla; siempre me cuida.
Andaré por fe y no por vista.
Mi plenitud es Jesús; mi gozo es su cruz.
No hay deleite real sin él pues me sacia con su bien.
Con su gracia acercó el cielo a mi corazón
Cristo vive ya en mí y no vivo más yo.
Buscaré el reino de mi buen Dios.
Pensaré en el cielo de donde ya soy.
No hay tesoros aquí, solo una misión:
Buscaré el reino de mi buen Dios.
Mi ejemplo es Jesús: en Él solo hay virtud.
Como al Padre obedeció, así también hago yo.
Jesucristo es humildad mansedumbre y paz,
compasión y amor, misericordia al prójimo.
Miraré al Invisible, que es Jesús.
Le contemplo por fe, por gracia de Dios.
Mis ojos en Él, autor y consumador.
Miraré al Invisible, que es Jesús.
Jesucristo volverá a su iglesia a buscar
con Él yo ascenderé al hogar celestial.
Con los santos allí cantaré por siglos mil
gozaré de la presencia de mi Dios.
Moraré en la casa de mi Padre:
eternamente gloria le daré.
Cielos y tierra nuevos con Él disfrutaré.
Moraré en la casa de mi Padre.