¿Su banda tiene prácticas o ensayos? ¿Te has dado cuenta de que hay una diferencia entre los dos? La diferencia es enorme, y lo que quiero hacer hoy es convencerte de por qué tu banda de adoración debería dejar de practicar y empezar a ensayar.
¿Cuál es la diferencia entre la práctica y el ensayo? En pocas palabras, la práctica es cuando los músicos se presentan sin conocer la música y luego ustedes (como banda) aprenden las canciones juntos. El ensayo es cuando los músicos se presentan conociendo las canciones y las repasan juntos.
No hay nada malo en ninguno de estos formatos. Sin embargo, la razón típica que podemos encontrar para que las bandas practiquen en lugar de ensayar es que los músicos no tienen el tiempo o la capacidad de aprender las canciones por su cuenta. Sin embargo, si tu intención como líder o miembro de un grupo de alabanza es crecer como adorador y como músico, esto no debe ser más una excusa. El objetivo final es trabajar hasta un punto en el que puedas empezar a tener ensayos… no prácticas. Aquí hay 4 razones por las que:
1 La práctica es lo que los músicos deberían hacer por su cuenta.
He visto que esto ocurre demasiadas veces. Los músicos se meten en la rutina de presentarse y tocar lo que sea. No están mejorando como músicos, porque no están practicando y realmente aprendiendo las partes en casa. Nos quedamos estancados siendo los mismos músicos mediocre de siempre. Exigir a los músicos que practiquen por su cuenta hace que la responsabilidad de aprender recaiga en el músico.
2 Practicar crea un mejor entrenamiento del oído.
Una de las grandes diferencias entre un buen músico y uno excelente (especialmente en la música de adoración) es la capacidad de tocar de oído. Aprender las canciones por tu cuenta crea oportunidades para desarrollar un oído para la música. Cuando estás aprendiendo las partes de la forma en que realmente van en el álbum (en lugar de simplemente llegar y tocar cualquier cosa), estás desarrollando un oído para escuchar las partes.
3 Ensayos = menos pérdida de tiempo.
Esta es posiblemente la mayor ventaja de ensayar. Todo el mundo se presenta conociendo las canciones. Incluso puede llegar el caso en los que ni siquiera tengan que ensayar las canciones. Aveces, invertir unos 10 minutos hablando de las canciones es suficiente. No hay tiempo perdido. ¿Por qué se puede hacer esto? Porque se puede generar la confianza de que todo el mundo ya se ha aprendido las canciones.
El tiempo se puede reorganizar e invertir en otras cosas como estudiar la Palabra y cómo esta trata la adoración, o en mejorar aspectos de la adoración que no tengan que ver con la música, formación, puesta en escena, revisión de equipo, propuestas de mejora, o incluso tiempo de ocio entre los miembros del grupo.
4 Ensayos = menos estrés.
Si todo el mundo se presenta sabiendo las canciones, eso supone menos estrés para el líder. No nos preocupa que todos se sepan sus partes y tener que enseñarlas. Y como los ensayos llevan menos tiempo, hay más tiempo para relajarse y simplemente, orar.
Si su grupo está practicando, no hay nada malo en ello. Sin embargo, el objetivo es trabajar hasta el punto de tener ensayos, no prácticas.
También es importante dejar claro a todos los músicos de tu grupo que tienes un ensayo, no una práctica. Y si ya están en el punto de que todos los miembros saben que se trata de un ensayo y no una práctica, podría llegar el caso en el que, si un músico se presentara al ensayo sin conocer la música, se le podría pedir amablemente que se retirara al menos de las canciones que no conoce. Es un honor y una responsabilidad tocar en la banda de alabanza, y tiene que ser tratado como tal.
¿Su banda tiene ensayos o prácticas? ¿Cuáles son algunos de los beneficios de cualquiera de los dos de los que no hemos hablado?
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