3 trucos para escoger las canciones en un grupo de alabanza (Parte 2)

por | Ene 3, 2020 | consejos | 0 Comentarios

En otro artículo vimos el que quizá es el factor más importante para saber qué canciones escoger para un grupo de alabanza.

Y aunque seguimos estando de acuerdo con ese factor predominante, en esta ocasión queremos repasar cuales son los 3 factores más importantes y prácticos para escoger buenas canciones para un grupo de alabanza y un truco inesperado para cada uno de ellos.
 
Porque, ¿Cuál es el problema? El problema es que ajustar correctamente estos tres factores es complejo. Es decir, cuando encuentras 5 canciones con el tema correcto después te das cuenta que las 5 son muy lentas o ninguna de ellas comparte una tonalidad asequible para los cantantes del grupo de alabanza.
 
Y es mas común de lo que parece. ¿Sabes por qué? Porque tenemos asociados diferentes estados de ánimo a las diferentes temáticas de las canciones y eso se demuestra cuando por ejemplo encontramos que la mayoría de las canciones que hablan de la muerte de Jesús suelen utilizar armonías y ritmos melancólicos, tristes y lentos o cuando encontramos canciones que hablan de la resurrección suelen ser alegres, rápidas y con armonías amplias y vivas e incluso podemos asociar la música que anima a evangelizar muy emotiva con ritmos marcados y paso firme.
 
Es tradición de muchos años y si no componemos nuestra propia música es muy complicado que encontremos la canción de la temática que queremos con el ritmo o tempo que necesitamos y en una tonalidad útil para nuestras voces, así que:
 

Aquí tienes 3 trucos para escoger las canciones en un grupo de alabanza (Parte 2)

1. Canciones de alabanza según el tema

Cada canción realmente tiene muchas temáticas comprendidas dentro de ella. Es una tarea compleja determinar cuál es la temática predominante es una canción cristiana, y esto se puede convertir en un problema pero al mismo tiempo en un beneficio.
 
Por ejemplo, si analizamos la letra de esta canción:
 
Tú eres Dios, eres el Rey
El creador, el Salvador
Tú eres Amor, das el perdón
La eternidad, la salvación
 
Eres la Luz, y la verdad
el principio y el final
Magnifico, el gran YO SOY
El redentor, el vencedor
 
Bajaste aquí, naciste aquí
Viviste aquí, moriste por mi
En una cruz (Y aunque ande en valle de sombra)
Azotado (de muerte, no temeré)
Humillado (por que tú estarás conmigo)
Para buscar y salvar al mundo (por siempre)
 
Fue por amor, tu inmenso amor
Me diste la ETERNA SALVACIÓN
 
Podemos darnos cuenta de que hay dos bloques temáticos fundamentales, el primero en verde habla de quien es Jesús en si mismo, sus cualidades propias de Dios mismo. Y el segundo bloque en amarillo habla de la obra salvadora de Jesús en la cruz que dio paso a nuestra salvación.
 
¿Cómo definimos la temática aquí? 
Podríamos sacar estos temas: Jesús, Atributos de Dios, Salvación, Cruz, y algunos más
 
Pero el truco inesperado aquí es que podemos reconducir nuestra temática a frases concretas de la canción que queramos resaltar
En este caso, si atendemos a la parte de la canción que está en negrita podemos observar que es casi literalmente el Salmo 23.4 Y que podemos entonces darle un alcance aún mayor a la temática de la letra como el cuidado de Dios como nuestro Pastor o la realidad de que Dios está con nosotros o la idea de no temer.
 
Por tanto debemos tener en cuenta que, como ministerio de alabanza, podemos enfocar las temáticas de las canciones desde la generalidad de su contenido hasta partes muy específicas
 
¿Cómo lo hacemos en la práctica? Usa estas ideas basadas en el ejemplo de la canción anterior.
  • Lee el Salmo 23 antes de cantar esta canción y recalca a la congregación el versículo 4.
  • Haz algo especial en esa parte de la canción, deja solo a las voces cantar justo esas palabras para que sólo sea la voz de la iglesia la que las repita.
  • Comienza la canción con esa parte para enfatizar que se está hablando de ello.
  • Repite ese fragmento al acabar para recalcar el tema.
  • Antes de comenzar dile a la congregación algo como: La letra de esta canción dice: Y aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré porque tú estarás conmigo por siempre.
Con estos simples consejos puedes utilizar una variedad de canciones y hacerlas más maleables para poder ajustarlas según su temática.

Canciones de alabanza según la tonalidad

¿Cuál es la utopía de todo líder de alabanza?
Tener todas las canciones que se van a tocar el domingo en LaM o en DoM o en MiM.
Eso es (Parafraseando a Pedro) un gozo inefable para el encargado de seleccionar las canciones para el domingo. 
También es una gran noticia para los músicos del grupo de alabanza.
¿Quién no quiere tocar todo en la misma tonalidad el domingo?
 
Sin embargo, a pesar de que esto pudiera parecer una buena práctica no es recomendable que absolutamente todas las canciones de un domingo se canten en la misma tonalidad. ¿Por qué?
  1. El cambio de tonalidad te permite separar la alabanza en secciones: Esto es un buen truco, porque siempre pensamos que sólo el ritmo y el tempo pueden marcar las diferencias entre grupos de canciones, pero realmente la tonalidad también cambia el chip  de la congregación
  2. Usar siempre la misma tonalidad causa monotonía tanto en el grupo de alabanza como en la congregación: Recalcando el punto anterior, si tocamos 5 canciones seguidas en DoM  hemos expresado muchas cosas musicalmente, y una de ellas ha sido la monotonía. Vale, conseguimos continuidad, pero también hay muchas formas de conseguir continuidad al margen de utilizar el mismo tono.
  3. Estas desperdiciando la riqueza armónica de las voces e instrumentos del grupo de alabanza: Deberíamos aprovechar el rango de posibilidades tonales que Dios nos ha regalado para poder expresar la alabanza musical de una manera más rica. Es decir, si utilizamos el simple ejemplo de una guitarra acústica, los armónicos que se desprenden de DoM no son los mismos que los de LaM. Hace tiempo una hermana que tocaba conmigo en el grupo de alabanza estaba probando diferentes tonalidades para una canción y dijo: «mira que bonito suena en La» y yo me reí (y realmente ella también) porque pensamos; suena igual de bonito en Do, Re o La. Pues no, mentira, cada instrumento, cada cuerda, cada vibración desprenden armónicos que enriquecen la música de muchas maneras distintas. Así que aprovechemos eso. Quizá no tengamos ni idea de cómo funciona eso en nuestros oídos o cabezas, pero funciona.
Entonces ¿Qué hacemos con las tonalidad?
Truco simple y revolucionario!!
Agrupa la alabanza en bloques tonales.
Por ejemplo, si tienes 5 canciones para el domingo usa dos en una tonalidad y 3 en otra. Esto te permitirá unir musicalmente varias canciones pero también separar ideas o temas o estados de ánimo.

Canciones de alabanza según ritmo o tempo

Con el ritmo o tempo se podría repetir lo mismo que con la tonalidad; no abuses ni de un lado ni del otro
Y siempre hemos oído las mismas cosas en cuanto al ritmo; comienza con canciones rapiditas y marchosas para que la gente entre en la alabanza con ánimo y después ve bajando para que la canción antes de la predicación sea muy solemne y que los deje a todos tranquilos y con las emociones a flor de piel.
 
Pero este punto de vista olvida muchos factores importantes, veamos lo que sucede con lo que solemos llamar canciones rápidas y lentas:
 

Canciones de alabanza rápidas y alegres

El ritmo y la velocidad son factores muy interesantes por cómo afecta a los seres humanos en cuanto a la música. Y esto viene determinado por uno de los factores más polémicos en la alabanza y en la liturgia evangélica Europea: El baile.
 
La música mueve inevitablemente nuestro cuerpo. Lo hace. No importa con qué apodo denominacional te hayas etiquetado. Como mínimo darás golpecitos en los pies al oír música con ritmo que estés disfrutando.
 
La música mueve nuestro cuerpo.
Y eso está muy bien, fuimos creados así. La imagen más representativa de la danza afectando al ser humano en la Biblia es el Rey David danzando de la más pura alegría sabiendo que la mismísima presencia de Dios entraba con el Arca en Jerusalén.
 
Así que toda la música tiene ritmo y todo ritmo mueve nuestro cuerpo.
Por lo tanto tenemos dos factores que deberíamos querer alimentar sabiendo esto: El disfrute de la alabanza y la gloria de Dios.
 
Si, exacto, Dios ha creado la música por muchísimos motivos y uno de ellos es para que la disfrutemos. Que estemos alabando a Dios no significa que no podamos disfrutarla, por lo tanto pensemos en esto cuando escogemos música de adoración para el domingo.
 
La gloria de Dios. ¿En qué sentido? En el sentido de que nuestros cuerpos alaban a Dios no sólo con nuestras voces y nuestro corazón y alma, sino con todo lo que somos. Levantar las manos, dar palmas, mecernos con el movimiento de la música, dar golpes con los pies son maneras de alabar a Dios. Si, lo repito: Levantar las manos, dar palmas, mecernos con el movimiento de la música, dar golpes con los pies son maneras de alabar a Dios. 
 
Busquemos música donde podamos adorar a Dios de estas maneras también.

Canciones de alabanza lentas y emotivas

¿Qué se suele buscar con esta música? 
A veces los propósitos son oscuros; hacer aflorar sentimientos, hacer llorar, sensibilizar son a veces artimañas que se utilizan para dejar indefensas a las personas para que el mensaje entre de maneras forzadas e inconvenientes. 
 
OJO: No estoy diciendo que Dios no use los sentimientos para conquistar corazones o para transformar vidas a la imagen de Jesucristo. Dios usa lo que le da la gana, que para eso es Dios. Pero deja que sea Dios quien lo use y no tú; cuando tratas de hacerlo tú se convierte en manipulación.
 
Entonces ¿Qué debe buscar esta música emotiva y lenta?
Supongo que hay muchas respuestas posibles ante esta pregunta, pero me gustaría centrarlas en una respuesta principal: 
 
Esta música emotiva nos conduce al absoluto e inevitable quebrantamiento por un Dios que está utilizando los sentimientos que Él mismo ha creado en nosotros con palabras de adoración para que sus hijos, en total sumisión, entreguemos algo que casi nunca entregamos a nadie: Nuestros sentimientos.
  • Por eso estas canciones suelen tener unas letras que ensalzan a Dios con palabras hermosas y expresiones brillantes. 
  • Por eso estas canciones suelen tener una armonía emotiva. 
  • Por eso estas canciones suelen repetir sus puentes varias veces. 
  • Por eso estas canciones tienen una dinámica creciente que rompe en un coro impresionante.
 
Todo está adecuado para conseguir la misma cosa: Adorar con nuestros sentimientos. 
 
Teniendo en cuenta todo esto, no usemos el ritmo y tempo de la música como simples métricas musicales. Aprovechemos todas las cosas que implican en los seres humanos para enfocar nuestra alabanza para glorificar a Dios con todo lo que somos; nuestros corazones, almas, voces, mentes, manos, pies y sentimientos.

El hilo conductor El punto de interés

Lo más complicado. 
Sabiendo todo esto, ¿Cómo vamos a unir todas estas ideas para escoger 5 canciones para el domingo?
 
Evidentemente toda esta información puede ser abrumadora, pero la idea que hay tras todas ellas es ser conscientes de todo lo que podemos usar para combinar música de adoración para nuestro grupo de alabanza.
 
Y suele decirse que debemos utilizar un hilo conductor para guiar todas estas ideas con un principio y un final pero esta idea, a pesar de que es buena puede llevarnos a diluir demasiado lo que queremos conseguir el domingo en el tiempo de la alabanza.
 
Por eso, en vez de hablar de hilo conductor deberíamos hablar del punto de interés. ¿Qué es esto? Básicamente escoge una canción que sea la canción principal del domingo. Lleva a las personas a esa canción. Esa canción es la canción que quieres usar con más fuerza para llevar a la congregación a una adoración genuina. Es la canción del domingo.
 
OJO: No quiero decir que Dios no pueda usar cualquiera de las otras canciones para llevar a la congregación a una adoración genuina. Claro que puede y ojalá que nuestros corazones hayan dejado de ser de piedra y sean de la carne más tierna para poder adorar genuinamente hasta escuchando el ladrido de un perro o en el más absoluto silencio.
 
Así que te recomiendo que siempre que vayas a escoger las canciones del domingo, primero escoge la canción lema de ese domingo y que el resto apunte a esa canción. Que toda la música gire en torno a esa canción.
 
Pero atención, no te olvides de el factor más importante, y es temático. Toda la música va a apuntar a esa canción, por lo tanto, esa canción indiscutiblemente debe apuntar a Jesús. Una canción céntrica debe ser Cristocéntrica. No tendría sentido ninguna otra cosa. 
 
Recuerda que Jesucristo es la razón de todo. La razón de todo. Y alabanza está dentro de todo.

foto por @lensinkmitchel
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